Diferencia entre revisiones de «Cosmología»
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Revisión del 09:58 23 may 2024
En el vasto tapiz de la existencia, el multiverso revela sus misterios a través de una estructura de complejidad y belleza incomparables, conocida por los eruditos y místicos como la Cosmología de Anillos Arbóreos. Este modelo cósmico presenta la existencia como una serie de regiones concéntricas, semejantes a los anillos de crecimiento de un árbol antiguo y eterno, cada anillo marcando una capa distinta de la realidad, una faceta única del vasto multiverso. Esta disposición no es casual y no es una descripción puramente metafórica, ya que todo el multiverso existe sostenido por las ramas de Sylvawyn, el Árbol Cósmico de la Existencia.
Cada una de las regiones anulares despliega sus propios reinos, cada uno con sus propias características y habitantes. En el núcleo de esta intrincada estructura se encuentra la Región Planar Central, la cuna de la realidad tangible, donde mundos como Nyrus laten con la vibrante danza de la vida, las civilizaciones suben y caen, y las historias de innumerables seres se desarrollan bajo la mirada de estrellas y dioses. Esta región, familiar pero llena de misterios, sirve como ancla para los innumerables planos que la rodean.
Rodeando la Región Planar Central está la Región Planar Interna, un dominio de fuerzas elementales crudas y energías primigenias. Aquí, los planos de Fuego, Agua, Tierra, y Aire convergen y chocan en un espectáculo interminable de creación y destrucción. Esta región es un testimonio del poder indómito de la naturaleza, un reino donde los bloques fundamentales de la realidad son moldeados por la forja elemental.
Más allá de la Región Planar Interna se encuentra el Cinturón de Vacío Interno, un reino envuelto en enigmas. Es un espacio de transición, una zona crepuscular donde las realidades concretas de los planos internos comienzan a disolverse en los conceptos más abstractos y metafísicos de los planos externos. Este cinturón sirve como un amortiguador, un vacío misterioso donde las reglas de la realidad comienzan a deformarse y retorcerse.
Más hacia el exterior, la Región Planar Externa se despliega, un reino de encarnación metafísica donde conceptos como el Bien, el Mal, la Ley y el Caos toman forma física, creando planos de pura ideología. Es aquí donde residen los reinos celestiales, los abismos infernales y otros dominios de ángeles y demonios, cada plano una manifestación de las creencias y temores colectivos de los seres conscientes.
En el mismo borde de nuestro cosmos conocido se extiende el Vacío Externo, un límite que envuelve el multiverso conocido. Similar al Cinturón de Vacío Interno, es un reino de vacío cósmico, donde el tejido de nuestra realidad se adelgaza y se disuelve en la infinitud.
Abarcando todas estas capas y uniéndolas en un abrazo simbiótico, el majestuoso Árbol de la Existencia, Sylvawyn, crece, sus ramas alcanzando cada plano, sus raíces penetrando profundamente en el tejido del cosmos, simbolizando la interconexión de todos los reinos, la unidad de la vida y la existencia en el gran esquema del multiverso. Coronando las ramas de este árbol se encuentra el Etherax, también conocido en lengua común como la Ruptura Divina, el reino donde residen todas las deidades desde El Desvanecimiento.
Vinculado a todo esto, el Plano Astral es una región transitiva que sirve como un camino planar para viajar entre todas las regiones del multiverso y sus planos.
El multiverso tiene una frontera final. Fuera del multiverso, y tocando este límite, yace una realidad incomprensible conocida solo por los eruditos como el Reino Lejano, un lugar de verdades aberrantes y locura, donde la misma esencia de la existencia es cuestionada.
Así, la Cosmología de Anillos Arbóreos no es solo un modelo del cosmos; es un reflejo del equilibrio intrincado y la diversidad infinita que define nuestro universo, un recordatorio de la interconexión de todas las cosas y un testimonio de las posibilidades infinitas que yacen en la vasta extensión del multiverso.
Estructura de la Cosmología
Te daré más detalles sobre las regiones que componen el multiverso.
La Región Planar Central
La Región Planar Central forma el corazón del multiverso, un nexo vibrante de vida, materia y espíritu. Es el reino más familiar pero profundamente intrincado, donde las realidades de la existencia son más tangibles y diversas. Esta región es un tapiz de mundos y dimensiones interconectados, cada uno desempeñando un papel crucial en el equilibrio cósmico, sirviendo como punto focal para las historias, luchas y triunfos de innumerables seres.
Tres planos componen esta región:
- El Plano Material: El reino de la existencia física, un mosaico diverso de tierras, rebosante de vida, culturas y paisajes. Es el escenario central para el drama de la vida, donde los mortales viven, se esfuerzan y forjan sus destinos bajo las atentas estrellas.
- El Plano Etéreo: Una dimensión cubierta de niebla que existe junto al Plano Material, sirviendo como conducto y espejo del mundo físico. Es un reino de espíritus, un lugar de transición y transformación, donde los límites entre la vida y la muerte, lo tangible y lo intangible, son más delgados.
- El Plano de las Sombras: Un reflejo tenue y espeluznante del Plano Material, donde la oscuridad toma forma y sustancia. Este plano es un dominio de secretos, ilusiones y verdades ocultas, un mundo donde las sombras tienen poder y lo no visto es tan real como lo visto.
La Región Planar Interna
La Región Planar Interna es un reino de majestad elemental y fuerzas cósmicas crudas, un crisol donde los elementos fundamentales de la existencia (fuego, agua, tierra y aire) junto con sus energías fundamentales (positiva y negativa) no solo están presentes, sino que son dominantes. Esta región es un lienzo vibrante, que muestra las formas más puras de creación y destrucción, donde los elementos primordiales interactúan en una gran danza eterna, forjando y moldeando el mismo tejido de la realidad.
La estructura de la La Región Planar Interna es compleja, con varios planos y una cantidad desconocida de semiplanos. Los planos que componen esta región son:
- Los dos Planos de Energía: Las fuerzas fundamentales de la creación y la aniquilación.
- El Plano de Energía Positiva: Una ráfaga radiante de vida y vitalidad, la chispa misma de la existencia.
- El Plano de Energía Negativa: Un vacío de oscuridad consumidora y decadencia, que representa el fin inevitable de todas las cosas.
- Los cuatro Planos Elementales: Los ladrillos base de la creación, de los cuales todo lo demás está hecho.
- El Plano Elemental de Fuego: Una extensión abrasadora de llamas incesantes y calor sofocante, donde el fuego reina supremo.
- El Plano Elemental de Agua: Un océano infinito de profundidades inexploradas y secretos no revelados.
- El Plano Elemental de Tierra: Un vasto paisaje sólido de roca, mineral y profundas cavernas.
- El Plano Elemental de Aire: Un cielo interminable de vientos arremolinados y libertad sin límites, un dominio donde el movimiento y el pensamiento son uno solo.
- Los seis Planos Paraelementales: Reinos intrincados donde dos elementos convergen, creando entornos de interacción y fenómenos únicos.
- El Plano Paraelemental de Lodo: Un dominio de lodo y ciénaga implacable, donde el agua satura la solidez de la tierra.
- El Plano Paraelemental de Arena: Un vasto paisaje cambiante de dunas y tormentas de arena arremolinadas.
- El Plano Paraelemental de Magma: Un turbulento reino de roca fundida y calor implacable.
- El Plano Paraelemental de Hielo: Un paisaje congelado donde el frío del aire solidifica la fluidez del agua, creando un mundo sereno pero implacable de cristal y escarcha.
- El Plano Paraelemental de Vapor: Un reino de niebla y géiseres hirvientes, de vapores cambiantes y lluvias escaldantes.
- El Plano Paraelemental de Humo: Un páramo agrietado lleno de gruesas y sofocantes columnas de humo oscuro.
- Los ocho Planos Cuasielementales: Reinos donde los elementos básicos se fusionan con los planos de energía positiva y negativa, formando entornos únicos y a menudo extremos.
- El Plano Cuasielemental de Radiancia: Un vívido reino de intensa luminosidad y calor, donde la piedra brillante se forma a partir de colisiones de partículas de alta velocidad, creando un entorno peligroso pero asombrosamente hermoso.
- El Plano Cuasielemental de Niebla: Un sereno reino envuelto en niebla perpetua y luz suavemente radiante, lleno de vegetación y hongos flotantes, pero peligroso debido a las plantas depredadoras.
- El Plano Cuasielemental de Relámpago: Un reino de nubes oscuras y descargas eléctricas constantes, donde navegar por el clima dinámico y evitar los rayos es un desafío constante.
- El Plano Cuasielemental de Cristal: Un reino de belleza cristalina impresionante con formaciones masivas de cristales y propiedades acústicas únicas, que exigen medios mágicos para la navegación y la supervivencia.
- El Plano Cuasielemental de Cieno: Un mundo enigmático de paisajes densos y viscosos y humos corrosivos, donde navegar por el terreno pegajoso y turbio es inherentemente peligroso.
- El Plano Cuasielemental de Polvo: Un vasto y desolado expanse donde la esencia de la sequedad y la decadencia prevalece, desafiando la vitalidad de cualquier viajero con su sequedad penetrante y estructuras inestables.
- El Plano Cuasielemental de Ceniza: Un extenso expanse de ceniza fría y gris con características únicas como Géiseres de Ceniza y Llamas Congeladas, presentando peligros insidiosos como la pérdida de calor y la visibilidad limitada.
- El Plano Cuasielemental de Miasma: Un plano de decadencia, corrupción y enfermedad, cubierto por una espesa niebla verdosa que decae todo lo que toca, representando una amenaza seria para todas las formas de vida.
- Los Demiplanos Omnimentales: Reinos complejos y extraordinarios donde los tipos elementales, cuasielementales, paraelementales y de energía se fusionan, creando entornos de diversidad y imprevisibilidad sin par, donde las reglas de la naturaleza se redefinen por un intrincado baile de interacción elemental y energética.
El Cinturón de Vacío Interno
El Cinturón de Vacío Interno marca el área de transición entre las Regiones Planarias Internas y Externas, caracterizado por una vacuidad extrema y una oscuridad profunda. Careciendo de planos completamente formados y albergando solo un número escaso de semiplanos, presenta un entorno abrumadoramente oscuro, desprovisto de los marcadores usuales para el viaje planario, como las charcas de color o los portales. Esta ausencia deja un vacío casi infinito, creando una extensión aislante donde los típicos puntos de luz estelares que representan conexiones a otros reinos están notablemente ausentes, haciendo de este un espacio desalentador y aislante para cualquier viajero planario.
Para los viajeros, el Cinturón de Vacío Interno evoca una opresiva sensación de aislamiento y desorientación, ya que los métodos tradicionales de navegación resultan ineficaces. La falta de características distintivas en la región hace extremadamente difícil encontrar un camino de salida, pudiendo atrapar a los desprevenidos o no preparados. El Cinturón de Vacío Interno, por lo tanto, se erige como un testamento a los vastos y desconocidos misterios del cosmos, recordando los espacios enigmáticos que existen entre los reinos más estructurados de la existencia.
La Región Planar Externa
El Vacío Externo
El Vacío Externo representa el enigmático límite del universo conocido, una frontera misteriosa e insondable que se acerca a los reinos más allá de la comprensión. Es la capa más externa del cosmos, que encierra la Región de los Planos Exteriores y marca el umbral hacia el Reino Lejano. Dentro de este vacío expansivo, el tejido de la realidad comienza a deshilacharse, y las leyes establecidas de la física y la magia, tal como se entienden en las regiones interiores, empiezan a debilitarse. Esta región es un abismo cósmico donde las estructuras familiares de la existencia se disuelven, llevando a una vacuidad marcada e ineludible, desprovista de luz y materia. Aún así, hay algunos misterios por explorar para aquellos lo suficientemente valientes como para cruzar la vasta vacuidad.