Cosmología

De Los Caminos de Airalar
Ir a la navegación Ir a la búsqueda
The Tree Ring Cosmology

En el vasto tapiz de la existencia, el multiverso revela sus misterios a través de una estructura de complejidad y belleza incomparables, conocida por los eruditos y místicos como la Cosmología de Anillos Arbóreos. Este modelo cósmico presenta la existencia como una serie de regiones concéntricas, semejantes a los anillos de crecimiento de un árbol antiguo y eterno, cada anillo marcando una capa distinta de la realidad, una faceta única del vasto multiverso. Esta disposición no es casual y no es una descripción puramente metafórica, ya que todo el multiverso existe sostenido por las ramas de Sylvawyn, el Árbol Cósmico de la Existencia.

Cada una de las regiones anulares despliega sus propios reinos, cada uno con sus propias características y habitantes. En el núcleo de esta intrincada estructura se encuentra la Región Planar Central, la cuna de la realidad tangible, donde mundos como Nyrus laten con la vibrante danza de la vida, las civilizaciones suben y caen, y las historias de innumerables seres se desarrollan bajo la mirada de estrellas y dioses. Esta región, familiar pero llena de misterios, sirve como ancla para los innumerables planos que la rodean.

Rodeando la Región Planar Central está la Región Planar Interna, un dominio de fuerzas elementales crudas y energías primigenias. Aquí, los planos de Fuego, Agua, Tierra, y Aire convergen y chocan en un espectáculo interminable de creación y destrucción. Esta región es un testimonio del poder indómito de la naturaleza, un reino donde los bloques fundamentales de la realidad son moldeados por la forja elemental.

Más allá de la Región Planar Interna se encuentra el Cinturón de Vacío Interno, un reino envuelto en enigmas. Es un espacio de transición, una zona crepuscular donde las realidades concretas de los planos internos comienzan a disolverse en los conceptos más abstractos y metafísicos de los planos externos. Este cinturón sirve como un amortiguador, un vacío misterioso donde las reglas de la realidad comienzan a deformarse y retorcerse.

Más hacia el exterior, la Región Planar Externa se despliega, un reino de encarnación metafísica donde conceptos como el Bien, el Mal, la Ley y el Caos toman forma física, creando planos de pura ideología. Es aquí donde residen los reinos celestiales, los abismos infernales y otros dominios de ángeles y demonios, cada plano una manifestación de las creencias y temores colectivos de los seres conscientes.

En el mismo borde de nuestro cosmos conocido se extiende el Vacío Externo, un límite que envuelve el multiverso conocido. Similar al Cinturón de Vacío Interno, es un reino de vacío cósmico, donde el tejido de nuestra realidad se adelgaza y se disuelve en la infinitud.

Abarcando todas estas capas y uniéndolas en un abrazo simbiótico, el majestuoso Árbol de la Existencia, Sylvawyn, crece, sus ramas alcanzando cada plano, sus raíces penetrando profundamente en el tejido del cosmos, simbolizando la interconexión de todos los reinos, la unidad de la vida y la existencia en el gran esquema del multiverso. Coronando las ramas de este árbol se encuentra el Etherax, también conocido en lengua común como la Ruptura Divina, el reino donde residen todas las deidades desde El Desvanecimiento.